Aléjate de mí, aunque se que siempre,
he de permanecer en tu sombra.
Y nunca, solitaria,
alzándome en los mismos umbrales de la vida
recóndita, podré gobernar los impulsos
de mi alma, ni levantar la mano como antaño,
hacia el sol, serenamente, sin que perciba en ella
lo que intenté hasta ahora apartar:
el contacto de tu mano en la mía.
Esta anchurosa tierra
con que quiso separarnos el destino,
en el mío deja tu corazón, con latir doble.
En todo lo que hiciere o soñare estás presente,
como en el vino el sabor de las uvas.
Y cuando por mí rezo al Señor,
en mis ruegos tu nombre escucha
y en mis ojos ve mezclarse nuestras lágrimas.
4 comentarios:
GRACIAS POR VENIR LOS MARTES, ME ALEGRA QUE TE GUSTE ESTA MANERA ESPECIAL DE COMPARTIR QUE VIENE DE ESTADOS UNIDOS Y DE CANADA. UN BESO GRANDE Y TODO MI CARIÑO SIEMPRE.
ABRAZOS.
Luján... Ya sabes que para mí es todo un placer el visitarte y pasar un agradable momento. Besos.
hermoso texto BATOOSAHI...me dio algo de nostalgia leerlo...gracias como siempre por pasarte por mi espacio :)
Cecylya... No tienes que agradecerme eso, es un bello lugar.
Me alegra recibir tu visita, besos.
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