sábado, 16 de abril de 2011

UNA VIDA NUEVA. 7ª Parte: Un Sueño.




Volvía a ser otra bella y hermosa noche de Luna Llena, y como ya era habitual en mí, cuando algo me rondaba la cabeza y pensaba en Ella, estaba tocando el piano, algo que siempre me ayudaba a pensar y a relajarme. Por algún motivo hacía ya un tiempo que no notaba la presencia de Ella, no la sentía a mi lado como tantas otras veces la sentía, ya no estaba a mi lado. ¿Acaso se había marchado, me había dejado solo, me había abandonado? 
Lo cierto, es que no sabía que pensar, necesitaba de su consejo en estos momentos, y Ella no estaba aquí conmigo, ya no estaba para aconsejarme que debería hacer.
Yo seguía tocando el piano sin parar, esperando que Ella apareciera, la necesitaba. Y fue en ese preciso momento cuando una figura femenina, entraba en la sala, provenía del jardín, junto con esta figura entró en la sala un agradable brisa que arrastraba la fragancia de las flores del jardín, inundando la sala de una mezcla de deliciosos aromas.
Me dio tanta alegría verla allí de pie junto al gran ventanal que daba al jardín, que no pude evitar levantarme y correr hacía su posición, le dí un fuerte abrazo y le dije:
- Te estaba esperando, Mi Vida, necesito de vos, de vuestra presencia y de vuestro consejo.
Y cuando me disponía a besarla, la luz de la Luna Llena iluminó todo su rostro, un bello rostro, pero...., era otro el rostro que estaba frente a mí, no era el rostro de Ella.
- ¡¡Ma..., María!!- dije muy sorprendido, separándome de ella, mi imaginación me la había jugado.
- ¡Buenas noches!- me saludó.- No podía dormir y estaba dando un paseo por los jardines, me encanta pasear bajo la luz de la Luna Llena, dando el paseo escuché la música del piano, y me he acercado para comprobar quien tocaba, ¿espero no haberos molestado?
- No María, no me habéis molestado, en absoluto.- le contesté.
- Juan ya me había contado que solíais tocar el piano.- me informó.- pero desconocía que lo hicierais tan bien.
- No es para tanto, es que lo hago desde hace muchos años.- le dije, restándole importancia.
- ¡Claro, ahora lo recuerdo! Sabía que os conocía de antes.- me dijo muy sorprendida.- Recuerdo que hace muchos años, cuando aún era una niña, vi a un joven pianista dar un recital en Santiago de Compostela, erais vos, no me cabe la menor duda.
- Mucho tiempo ha pasado desde aquel día, recuerdo cuando dí ese recital en Santiago de Compostela.- le dije.- es una cuidad preciosa.
- Me encantó vuestra manera de tocar el piano, pero ahora tocáis mucho mejor.- me dijo, a la vez que me regalaba una de sus sonrisas.
- Muchas gracias, María.- le agradecí.- Bueno lo cierto es que en aquella época yo era un jovenzuelo, y poco después perfeccioné mi técnica en Viena, durante años.
- Pues, he de deciros que han sido unos años muy bien empleados, tocáis de maravilla.- volvió a alagar mi estilo.
- Me honráis, con vuestras palabras.- le volví a agradecer.- Por cierto, quisiera disculparme por mi comportamiento anterior.
- ¿Os referís al abrazo que me habéis dado?- me preguntó.
- Sí, a ello me refiero.- le contesté.- Lamento haberlo hecho.
- Pero si no me habéis molestado, no os preocupéis por algo así.- me dijo María, quitándole importancia al asunto.
- He de confesaros que os he confundido con otra persona.- le informé.
- Me confundisteis con Ella, ¿verdad?- me preguntó María, con un semblante muy serio.
- Efectivamante, así es.- le contesté.- aunque sé que Ella ya no está entre nosotros, en ocasiones suelo sentir su presencia.
- ¿La habéis querido mucho, cierto?- volvió a preguntarme.
- Más que a mi propia vida, y aún la amo.- le respondí.
María y yo estuvimos conversando durante unas horas más, fue una charla muy amena, lo cierto es que me sentía muy agusto conversando con María, sentía que podía confiar en ella desde la primera vez que la vi, hasta que nos venció el sueño y nos fuimos a la cama, cada uno a nuestra respectiva alcoba, no seáis malpensados...
Estaba tan agotado que en muy poco tiempo me quedé dormido, pero hubo algo que me despertó, ¿o acaso no estaba despierto?, ¿pudiera ser que fuese un sueño? Fuese un sueño o fuese realidad, lo cierto es que me era muy grato esta sensación.
Alguien me estaba besando, me besaba apasionadamente, como no reconocer estos labios, esos labios que tanto soñé, con los que soñé toda mi vida y con los que aún sueño. Los besos dieron lugar  a otras cosas, estaba empezando a comportarse como un Sucubo cuando atrapa a una nueva víctima, tras haber estado mucho tiempo sin alimentarse, y esta víctima se estaba dejando llevar por sus más primitivos deseos. Ambos dimos rienda suelta a nuestros instintos más primitivos, a nuestros deseos, ambos caímos en la pasión y en la lujuria...
- Buenas noches, amor mio.- me dijo una voz algo agitada, pero que reconocí enseguida.
- Hola, mi vida.- le saludé.- Llegué a pensar que me habías dejado solo.
- Eso nunca.- exclamó.- tan solo me retiré un poco.
- ¿Esto es solo un sueño, verdad?- le pregunté.
- Y eso que más da.- me respondió.- ¿Acaso no es en los sueños donde nuestros deseos se hacen realidad?
- Quiero acariciarte, besarte, tocarte hasta que nuestra piel se funda en una sola pero cómo hacerlo si tú no estás aquí.- le respondí.- Tan solo puedo hacerlo en mis sueños, así que sé que esto es un sueño, pero un maravilloso sueño.
- Tan solo en vuestros sueños os puedo visitar de esta manera.- me dijo.
- Entonces, ¿por qué habéis esperado tanto?- le pregunté.
- Os amo, eso lo sabéis.- comenzó a revelarme.- y es por eso que quiero vuestra felicidad, y pienso que deberíais buscar un nuevo amor, alguien con quien compartir el resto de vuestra vida, que os haga feliz y os de hijos.
- Pero que estáis diciendo.- le dije.- jamás os olvidaría, como podría querer a otra persona si sois vos la que aún ocupáis mi corazón, nunca podría amar a nadie tanto como os he amado.
- No os digo que me olvidéis.- me comentó.- pero si que lleguéis a amar de nuevo.
- Pero si yo ya amo a alguien, ¡OS AMO A VOS!- le grité.
- Lo sé, eso lo sé.- me confirmó.- pero creo que deberíais amar a otra mujer. Y en mi opinión, esa muchacha, María, es una buena opción, me gusta mucho esa chica, y hacéis buena pareja.
- No niego que María es una buena chica y muy hermosa, me cae muy bien, y es muy agradable y simpática.- le dije.- pero tan solo puedo verla como a una gran amiga.
- ¿Y acaso no podríais llegar a amarla?- me preguntó.
- No me pidáis eso.- le dije, con los ojos húmedos.- eso sería como traicionaros, y jamás podría perdonarme hacer algo así.
- Pero yo solo quiero vuestra felicidad.- me dijo mientras acariciaba mi mejilla con el dorso de su mano.
- Pues en ese caso no me pidáis que traicione a mi corazón.- le pedí.
- Pero merecéis tener una familia.- me dijo.
- Pero si ya tengo una familia.- le informé.- Todos en esta casa somos como una gran familia, no es necesario tener lazos de sangre para crear una familia.
- ¿Pero acaso no queréis tener hijos?- me preguntó.
- Buena pregunta.- le contesté.- eso me recuerda que quisiera vuestro consejo sobre un asunto.
- Contadme, ¿en que puedo aconsejaros?- me preguntó muy animada.
- Bueno, ya sabéis quien es Carlos.- le dije.- y llevo un tiempo dándole vueltas en mi cabeza a una idea.
- ¿Y que es lo que vuestra cabecita lleva tanto tiempo pensando?- me preguntó.
- Bueno, sabéis lo que siento por Carlos.- comencé a contarle.- y llevo mucho tiempo pensando en adoptarlo legalmente, en convertirlo en mi hijo.
- Es una estupenda idea.- me dijo.- ambos os queréis mucho, seguro que seréis muy felices como padre e hijo.
- En serio, ¿no os molesta?- pregunté.- siempre había soñado con tener hijos con vos, que vos fueseis la madre de mis hijos, pero...
- No os pongáis triste.- me dijo, mientras con sus dedos limpiaba las lágrimas que rodaban por mis mejillas.- yo también deseaba lo mismo.
- Pero ahora es imposible.- le dije muy apenado.- ahora pertenecemos a mundos diferentes. 
- ¿Y no preferís tener vuestros propios hijos?- me preguntó.
- Solamente con vos.- respondí.
Ella me besó y cogiéndome por la barbilla, mientras me miraba a los ojos, con una sonrisa en su bello rostro, me dijo:
- Sois un cabezota, deberíais buscaros a otra mujer.
- Ya os he dicho que no podría amar a otra mujer.- le dije.- Vos sois para mí la ÚNICA.
- Cabezota, más que cabezota.- me dijo.- Y es por eso que os amo tanto.
- Sí, realmente soy muy cabezota y de ideas fijas.- le dije en tono un poco burlón.
- Mi amor, contáis con todo mi apoyo sobre la adopción de Carlos, eso os hará muy bien, tanto a vos como a Carlos.- me comentó.- pero ya es hora de que me marche y de que vos os despertéis.
- No por favor, no os marchéis.- le pedí.
- No puedo quedarme aquí eternamente. He de marcharme ya.- me dijo dandome otro beso en los labios.
- Desearía que fueseis lo primero que viera al despertar y lo último que viera al dormir, pero pertenecemos a diferentes mundos, y me tengo que conformar con que seáis lo primero que vea al dormirme y lo último que vea antes de despertarme.- le dije como despedida.
Ella volvió a besarme apasionadamente, y fue en ese preciso momento cuando me desperté de este maravilloso sueño. Abrí los ojos y la busqué por toda mi alcoba, pero era inútil, Ella ya no estaba aquí, solo estuvo en mis sueños. Pero me ayudó mucho en el dilema que me rondaba por la cabeza.
Durante la mañana mientras Carlos estaba con María dando clases, busqué a Juan para pedirle un favor, no quería que Carlos se enterara de nada de este asunto, al menos por el momento.
- Juan, necesito pediros un favor.- le dije.
- Vos diréis, ¿que es lo que necesitáis?- me preguntó.
- Quisiera que avisarais al Licenciado Gutiérrez, para que venga a verme lo antes posible.- le pedí.- pero que Carlos no se entere de nada de esto.
- Disculpadme, ¿puedo preguntaros que asunto requiere la presencia del Licenciado?- me preguntó.
- Me he decidido, pienso adoptar a Carlos, quiero que legalmente sea mi hijo.- le contesté muy feliz y contento.
- Que alegría Señor, ya sospechaba algo de eso, la verdad es que parecéis como padre e hijo.- me dijo Juan.
- Gracias, muchas gracias Juan.- le agradecí.- pero lo dicho que Carlos no se entere, quiero darle una sorpresa.
- Mis labios están sellados.- me dijo.- enseguida voy yo mismo en persona a darle vuestro mensaje al Licenciado Gutiérrez.
- Sabía que podía contar con vos.- volví a agradecerle.
Juan salió enseguida hacia la Villa para avisar al Licenciado Gutiérrez de que quería verlo a la mayor brevedad posible, no tardó mucho en regresar y me informó de que Gutiérrez vendría a verme a primera hora de la tarde. Yo estaba entusiasmado, quería arreglar este asunto lo antes posible.
Efectívamente, a primera hora de la tarde Juan llegó a la pequeña sala donde estaba esperando, para avisarme de la visita del Licenciado.
- Señor, el Licenciado Gutiérrez ya ha llegado.- me informó Juan.
- Bien, perfecto, por favor hazle pasar.- le pedí. 
- Enseguida le hago pasar.- me dijo Juan.
En cuestión de segundos Juan condujo al Licenciado hasta la sala donde me encontraba.
- ¡Buenas tardes, Don José Manuel!- le saludé.
- ¡Buenas tardes, mi viejo amigo!- me devolvió el saludo sarcásticamente.
- ¡Jajajajaja!, tan solo soy dos semanas más viejo que tú.- le increpé.- ¿Os apetece un café, un té o una copa de brandy?
- Una copa de brandy estaría muy bien.- me contestó.- el brandy de vuestras bodegas es delicioso.
- En seguida les sirvo unas copas de brandy.- apuntó Juan.
- Solo si te sirves una para ti también.- le dije a Juan.
- Muy bien, caballeros, aquí tienen sus copas.- nos dijo Juan, a la vez que nos hacía entrega de ellas.
- ¡Ummmm! Degustar este elixir es todo un placer para el paladar.- dijo el Licendiado alagando la bebida.
- Es un licor digno de los Dioses.- apuntó Juan.
- Es bueno, pero os estáis pasando con tanto alago.- les dije.
- Bien, amigo mio, ¿qué problema tenéis?- preguntó José Manuel.- ¿qué tanto os urge hablar conmigo? Y Juan no ha querido comentarme nada.
- Bueno el asunto es el siguiente...- comencé a narrarle.- Hace ya algún tiempo tenemos viviendo en esta casa a un huérfano, y le he tomado tanto cariño que quisiera adoptarlo, y para ello necesito vuestro consejo.
- Yo os puedo ayudar con los trámites a seguir para legalizar la adopción, eso no es nada complicado.- me informó.- pero, ¿estáis seguros que no tiene parientes cercanos vivos?
- Tanto su madre como su padre murieron y por lo que dice Carlos no tiene más familiares.- respondió Juan. 
- Eso es raro.- comentó el Abogado.- Lo más seguro es que tenga algún familiar. Os aconsejo que lo investiguéis, que hagáis indagaciones. Buscad en la zona donde vivió con sus padres, quizás alguien conozca algún familiar. Si apareciera algún familiar este por derecho de sangre tiene más derecho a adoptarlo que vos.
- ¿Y en el caso que no halláramos ningún pariente?- le pregunté.
- En ese caso, no hay ningún problema.- respondió.- y los trámites podrían iniciarse en breve, y en poco tiempo se realizaría la adopción.
- Entonces lo primero es averiguar si Carlos tiene algún pariente.- apunté.- en ese caso tendremos que indagar sobre este asunto.
- Por eso no os preocupéis.- dijo José Manuel.- Hablaré con el sargento Ramírez, de la Guardia Civil, para la investigación. Este podría ponerse en contacto con otros cuarteles de la zona en la que este chico nació y vivió con sus padres, para averiguar si existen parientes de este chico, y localizarlos lo antes posible.
- Pues empezaremos por ahí.- dije.- ¡Después Dios dirá!
Por un lado estaba preocupado, por si encontrábamos algún pariente de Carlos, pero por el otro lado tenía la esperanza de que no halláramos a ninguno, y así no tener ningún impedimento para realizar la adopción, deseaba tanto adoptar a Carlos y convertirlo en mi Hijo, que me daba mucho miedo que esto no se pudiese cumplir.
El resto de la tarde transcurrió charlando entre amigos, José Manuel era uno de mis mejores amigos de la infancia, y estuvimos hablando de los viejos tiempos y de las diabluras que hacíamos. Y como era de esperar, en esta conversación estuvimos hablando de Ella, de esos momentos de cuando eramos niños, en un principio me sentía triste acordándome de Ella, pero poco a poco esta tristeza se fue transformando en alegría conforme esos recuerdos volvían a mi memoria. Eran unos recuerdos tan felices, de la mejor época de mi vida, y no podía evitar sonreír al recordarlos.

3 comentarios:

MaRy dijo...

*_* Batoosahi me ha encantado el capítulo, he llorado como una magdalena cuando Ella se te aparece en el sueño, se nota que él la ama con todo su ser a pesar de que Ella ya no esté en la tierra, te juro, que trasmites una dulzura enrome al escribir, me encanta como lo haces, no me cansaré de decírtelo ;) besitos.

Anónimo dijo...

la apollo a mary.. sigo llorando.. que hermoso capitulo.. necesito tiempo para recuperarme... escribes precioso encerio estuvo hermoso y no me caqnso de escribirlo... epero que subas ahora ya!!! otro capitulo porque ni el te de tila me va a calmar y ahora si me voya llorar a otrolado.. chao .. besos y cuidate..
PSD: la melodia no ayudo me hizo llorar mas... pero ewstuvo hermosa.. :)

Anónimo dijo...

debo decir que..... este capitulo me ha puesto la sencibilidad a flor de piel....

ese momento entre ella y él....suele suceder... aveces el amor es asi....uno nunca sabe cuando lo encontrara...simplemente aparece... aunque esos dos mundos esten tan separados....eso no impide que sea amor de verdad...

me he sentido identificada con ese momentos...el que te pidan que vivas la vida... que busques otro amor... y que la persona que lo diga sea a quien mas amas es doloroso... por que para nosottros...solo existe esa persona...y entregar el corazon a alguien mas...puede ser casi imposible....


estoy deacuerdo con Sol...la cancion hizo del momento mucho mas melancolico y sencible..

un gran capitulo Sir Batoosahi...realmente me ha encantado...puedo decir... que me has hecho recordar algunos momentos...y mis lagrimas han aparecido...

GRACIAS POR ESTE MARAVILLOSO CAPITULO!!!!!!

Besos psicÖticos a ti