martes, 30 de abril de 2013

LAS PROFUNDIDADES DEL ESPÍRITU, DE COVENTRY PATMORE.


 
No es en la crisis de los eventos
de una esperanza musical,
o en los actos de graves consecuencias,
donde la vida revela su profundidad.
El día de los días no está en el pasado,
en aquello que fue pospuesto, demorado;
la noche de la muerte
se llevó nuestra lámpara lejos,
sin ser la noche en la que, perplejo,
mi amada llegó bajo la luna en el espejo,
a través de los umbrales de la tersura.
Caminando sobre aquella tarde profunda,
dónde vimos las flores agitarse en el agua.

viernes, 26 de abril de 2013

¡OH, CUÁL TE ADORO!, DE CAROLINA CORONADO ROMERO DE TEJADA.



¡Oh, cuál te adoro! con la luz del día
tu nombre invoco apasionada y triste,
y cuando el cielo en sombras se reviste
aun te llama exaltada el alma mía.

Tú eres el tiempo que mis horas guía,
tú eres la idea que a mi mente asiste,
porque en ti se concentra cuanto existe,
mi pasión, mi esperanza, mi poesía.

No hay canto que igualar pueda a tu acento
cuando tu amor me cuentas y deliras
revelando la fe de tu contento;

Tiemblo a tu voz y tiemblo si me miras,
y quisiera exhalar mi último aliento
abrasada en el aire que respiras.

miércoles, 24 de abril de 2013

A LA SOLEDAD, DE JOHN KEATS.


¡Oh, Soledad! Si contigo debo vivir,
que no sea en el desordenado sufrir
de turbias y sombrías moradas,
subamos juntos la escalera empinada;
observatorio de la naturaleza,
contemplando del valle su delicadeza,
sus floridas laderas,
su río cristalino corriendo;
permitid que vigile, soñoliento,
bajo el tejado de verdes ramas,
donde los ciervos pasan como ráfajas,
agitando a las abejas en sus campanas.
Pero, aunque con placer imagino
estas dulces escenas contigo,
el suave conversar de una mente,
cuyas palabras son imágenes inocentes,
es el placer de mi alma; y sin duda debe ser
el mayor gozo de la humanidad,
soñar que tu raza pueda sufrir
por dos espíritus que juntos deciden huir.

lunes, 22 de abril de 2013

TIERRA DE HADAS, DE EDGAR ALLAN POE.

 

Oscuros valles y tenebrosos pantanos,
sombríos bosques,
cuyas formas no podemos adivinar,
al impedirlo las lágrimas que caen por todas partes.
Enormes lunas que surgen y desaparecen
una vez, y otra, y otra,
a cada momento en la noche,
siempre cambiamdo de lugar,
oscureciendo los rayos del lucero
con el aliento de sus pálidos rostros.
Alrededor de las doce por el reloj lunar
una más nebulosa que las demás
(en un juicio,
decidieron que era la mejor)
desciende, abajo, más abajo,
con su centro sobre la corona
de la cumbre de una montaña,
mientras que su amplia circunferencia
de flotantes vestiduras cae
sobre aldeas, sobre pórticos,
dondequiera que estén,
sobre los lejanos bosques, sobre el mar,
sobre los espíritus alados,
sobre las cosas adormecidas,
y las envuelve completamente
en un laberinto de luz,
y entonces, ¡qué profunda! ¡oh, profunda!
es la pasión de su sueño.

sábado, 20 de abril de 2013

EL PASO DEL AMOR, DE ELIZABETH SIDDAL.


¡Oh Dios! Perdona que haya hundido mi vida
en un oscuro Sueño de Amor.
¿Las lágrimas de la angustia alguna vez
lavarán la pasión de mi sangre?

El Amor custodia mi corazón
en un canto de alegría,
mi pulso tiembla con su melodía;
mientras las frías ráfagas del invierno soplan
sobre mi, como una dulce brisa de junio.

El Amor flota sobre las brumas del amanecer,
y descansa en los rayos del crepúsculo;
él calmó el trueno de la tormenta
e iluminó todos mis sentidos.

El Amor me sostiene a través del día,
y en sueños me acompaña por las noches,
ningún mal puede acechar mi vida,
pues mi espíritu es ligero como las flores.

¡Oh Cielo! Piedad por mi corazón inocente,
el paso del tiempo quebró ese placer diario,
el ídolo fue arrastrado por la corriente,
destrozando para siempre mi santuario.

jueves, 18 de abril de 2013

REALIDAD DEL AMOR, COVENTRY PATMORE.

Camino, confío, con los ojos abiertos;
he recorrido la mitad del terrenal desierto;
detrás de mis pasos se esconde
mucha vanidad y algo de remordimiento;
he vivido para sentir el orgullo de los espíritus,
anclados entre sí como la mano al guante;
me he sonrojado por el castillo del amor,
jamás descreí de él, aún sin mi corazón,
jamás negué al amor, la única cosa mortal
cuyo valor es eterno, inmortal;
nunca tuve en cuenta los errores,
residuos que cantan terrores,
indignos de una grave canción;
y el Amor es mi recompensa, por ahora,
cuando la mayoría de los espectros se quejan,
el mirto florece sobre mi frente,
y su aroma echa raíces en mi mente.

martes, 16 de abril de 2013

LAS SOMBRAS DESLEALES, DE ALEXANDER ALEXANDROVICH BLOK.


Las sombras desleales del día huyen,
y alto y claro es el llamado de las campanas.
Los pasos sobre la Iglesia arden como el relámpago,
sus losas están vivas, aguardando tus ligeras pisadas.

Tu pasarás por aquí, y tocarás la fría piedra;
vistiéndola con la horrible vitalidad de tu palma.
Deja que la flor de primavera sea aquí depositada,
en esta solitaria penumbra, bajo los ojos del santo.

Las sombras de la rosa crecen en la brumosa noche,
y alto y claro es el llamado de las campanas,
la oscuridad yace en los escalones, siniestros y bajos.
Aguardo inmóvil en la luz. Aguardo ansioso tus pasos.

domingo, 14 de abril de 2013

FALLEN, DE EVANESCENCE.

10 AÑOS DESPUÉS DE SU LANZAMIENTO EL 4 DE MARZO DE 2003, SIGUE SIENDO UN ALBÚM EXTRAORDINARIO...

miércoles, 10 de abril de 2013

AMOR SINCERO, DE ELIZABETH ELEANOR SIDDAL.


Adiós, noble Richard,
tierno y valiente;
de rodillas beso
el polvo de tu tumba.

Ruega por mí, Richard,
yaciendo solo
con manos sinceras,
hechas de piedra blanca.

Pronto debo abandonar
esta dulce marea del estío;
otro aguarda reclamar
la presencia de su pálida novia.

Pronto retornaré hasta ti,
sincero y valiente,
cuando las hojas muertas
vuelen sobre tu tumba.

Entonces me encontrarán
cerca de tu rostro,
viendo o desmayada,
dormida o muerta.

lunes, 8 de abril de 2013

SUEÑOS ROTOS, DE WILLIAM BUTLER YEATS.

 

Hay gris en tus cabellos;
a tu paso,
los jóvenes ya no se quedan sin aliento;
acaso te bendiga algún anciano
porque fue tu plegaria
la que lo salvó en el lecho de muerte.
Por tu bien -que ha sabido del dolor del corazón,
y que ha impartido todo el dolor del corazón,
desde la magra niñez acumulando
onerosa belleza- por tu sólo bien
el cielo desvió el golpe de su sino,
tan grande su porción en la paz que estableces
con sólo penetrar dentro de un cuarto.
Tu belleza no puede sino dejar entre nosotros
vagos recuerdos, recuerdos nada más.
Cuando los viejos se cansen de hablar, un joven
dirá: Háblame de esa dama,
que terco en su pasión nos cantaba el poeta
cuando ya su sangre debiera estar helada por los años.

Vagos recuerdos, recuerdos nada más.
Pero en la tumba todos, todos serán renovados.
La certidumbre de que veré a esa dama
reclinada o erecta o caminando
en el primor inicial de su feminidad
y con el fervor de mis ojos juveniles,
me ha puesto a balbucear como un tonto.

Era más bella que cualquiera,
no obstante su cuerpo tenía una mancha;
sus manos pequeñas no eran bellas,
y temo que has de correr
y las hundirás hasta la muñeca
en ese lago misterioso, siempre rebosante
donde todos los que cumplieron la ley sacra
se hunden y resurgen perfectos. Deja intactas
las manos que besé,
por bien del viejo bien.

Muere el último toque de media noche.
Todo el día, en la misma silla
de sueño a sueño y rima a rima he errado,
en charla incoherente con una imagen de aire:
vagos recuerdos, recuerdos nada más.

jueves, 4 de abril de 2013

AMOR Y ODIO, DE ELIZABETH ELEANOR SIDDAL.


No abras tus labios, necio,
ni gires hacia mi tu rostro;
la furia del cielo te derribará,
entonces mi gracia será tuya.

Borra tu sombra de mi camino,
y no derroches vanas plegarias;
el salvaje viento puede insinuar tu canto,
más nunca rogaré que te quedes.

Llévate lejos esos falsos ojos oscuros,
no los demores sobre mi rostro;
te amé con gran amor, y ahora un gran odio,
lúgubremente, se sienta en su lugar.

Todos los cambios pasan como un sueño,
yo no canto ni rezo;
tú eres el árbol venenoso
que huyó con mi vida lejos.

martes, 2 de abril de 2013

EL DÍA MÁS FELIZ, DE EDGAR ALLAN POE.


El día más feliz, la hora más feliz
mi marchito y yerto corazón conoció;
el más noble anhelo de gloria y de virtud
siento que ya desapareció.

¿De virtud, dije? ¡Sí, así es!
Pero, ay, se ha desvanecido para siempre.
El sueño de mi juventud
mas dejadlo ya desvanecerse.

Y tú, orgullo, ¿qué me importas ahora?
Aunque pudiera heredar otro rostro,
el veneno que has vertido en mí
permanecerá siempre en mi espíritu.

El día más feliz la hora más feliz
verán mis ojos -sí, los han visto-;
la más resplandeciente mirada de gloria y de virtud
siento que ha sido.

Pero existió aquel anhelo de gloria y de virtud,
ahora inmolado con dolor:
Incluso entonces sentí que la hora más dulce
no volvería de nuevo,

Pues sobre sus alas se cernía una densa oscuridad,
y mientras se agitaba se derrumbó un ser
tan poderoso como para destruir
a un alma que conocía tan bien.