La rosa estaba enferma, y sonriendo murió;
y, siendo santificada,
junto al lecho suspiraba
la dulce hermandad floral.
Unas bajaban la cabeza, mientras otras llevaban
agua de la fuente para lavarla.
Unas la extendían, y otras lloraban,
pero todas solemne ayuno guardaban.
Las santas hermanas entre varias
las sagradas elegías y trenos cantaban.
Pero ah, ¡qué dulzuras se olían por doquier,
cual si el cielo hubiera vaciado sus todos los perfumes allí!
Al fin, cuando las oraciones fúnebres
y los ritos fueron completados,
llorando extendieron una tela herbosa
y la cubrieron como en una tumba.
4 comentarios:
UN OBRA LIRICA EXCELENTE Y DE CONTENIDO DISTINTO... ORIGINAL AUNQUE SIGUIENDO LA TEMÁTICA DE TU BLOG.
ME GUSTA MUCHO.
BESOS
Me alegra que te guste, a mi me encantó cuando leí esta poesía.
Besos.
Lo bueno es que la lloraron y ella murio sonriendo, que valeinte, jeje
un abrazo
Lloran la muerte de la rosa,,, porque era muy querida por todos.
Asi quisiera yo dejar este mundo, rodeado de los seres queridos.
Un abrazo amigo mio.
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