El día más feliz, la hora más feliz
mi marchito y yerto corazón conoció;
el más noble anhelo de gloria y de virtud
siento que ya desapareció.
¿De virtud, dije? ¡Sí, así es!
Pero, ay, se ha desvanecido para siempre.
El sueño de mi juventud
mas dejadlo ya desvanecerse.
Y tú, orgullo, ¿qué me importas ahora?
Aunque pudiera heredar otro rostro,
el veneno que has vertido en mí
permanecerá siempre en mi espíritu.
El día más feliz la hora más feliz
verán mis ojos -sí, los han visto-;
la más resplandeciente mirada de gloria y de virtud
siento que ha sido.
Pero existió aquel anhelo de gloria y de virtud,
ahora inmolado con dolor:
Incluso entonces sentí que la hora más dulce
no volvería de nuevo,
Pues sobre sus alas se cernía una densa oscuridad,
y mientras se agitaba se derrumbó un ser
tan poderoso como para destruir
a un alma que conocía tan bien.
3 comentarios:
Siempre mira uno sus dias felices cuano la sombra de la tristeza te tiene absorbido por entero.
Buenos dias amigo, un abrazo
Veo que tu rincón sigue siendo un buen lugar lleno de bellas palabras. Siento no pasarme a menudo, pero tengo mucho lío y simplemente actualizo el blog y no visito a nadie. Intentaré volver pronto.
Un abrazo!
Saboeres... El recuerdo de dias mejores, nos ayudan a soportar los días malos. Un gran abrazo.
Samantha... Aunque sea de tarde en tarde, siempre es un placer el verte por aquí, besos.
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