¡Toma este beso sobre tu frente!
y, me despido de ti ahora,
no queda nada por confesar.
No se equivoca quien estima
que mis días han sido un sueño;
aún si la esperanza ha volado
en una noche, o en un día,
en una visión, o en ninguna,
¿es por ello menor la partida?
Todo lo que vemos o imaginamos
es sólo un sueño dentro de un sueño.
Me paro entre el bramido
de una costa atormentada por las olas,
y sostengo en mi mano
granos de la dorada arena.
¡Qué pocos! Sin embargo como se arrastran
entre mis dedos hacia lo profundo,
mientras lloro, ¡mientras lloro!
¡Oh, Dios! ¿No puedo aferrarlos
con más fuerza?
¡Oh, Dios! ¿No puedo salvar
uno de la implacable marea?
¿Es todo lo que vemos o imaginamos
un sueño dentro de un sueño?
2 comentarios:
ME SIGUES SORPRENDIENDO CON EDGAR A. POE. NO ME LO IMAGINABA ESCRIBIENDO ESTOS VERSOS.
ME GUSTAN MUCHO.
BESOS
Luján... Me alegra mucho que te gusten los poemas de Poe. Besos.
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