Doy las gracias a todos los que me han amado en sus corazones,
con las gracias y el amor que hay en el mío. Profundas gracias a todos
los que se han demorado en los muros de esta prisión
para escuchar mi música en sus más intenso dolor,
flotando siempre hacia adelante, llenando el espacio
del pagano templo, más allá de las palabras.
Tu, quien te hundes y caes en mi voz
cuando la pena te arrebata, el divino instrumento
del arte se despliega ante tus pies
para escuchar lo que he dicho entre lágrimas,
enséñame cómo agradecerte. Enséñame como
ver el sentido de mi vida en los años futuros,
y a sentir que el amor perdura en la vida que se desvanece.
4 comentarios:
Espero que no fuese un agradecimiento de despedida que es lo que parece... Me recuerda a la nota que escribió antes de su suicidio Virginia Wolf, dando gracias a todos por haberla atendido pero diciendo que sencillamente no podía más. En fin, esperemos que seamos capaces de agradecer a los que nos rodean sin necesidad de que haya llegado el final. Besos soleados :)
María José... No es una despedida, tan solo es un agradecimiento a toda aquella persona que ha pasado por este pequeño blog. Besos.
No me refería a que te despidieses tú, sino ella con ese poema. Tú no te puedes ir así como así, yo no te dejaría paisano 😜 jejeje. Otro beso.
María José... Jejejeje... te había entendido mal. Pues la verdad que no se las intenciones que tenía la autora al escribir estas líneas.
Mas besos.
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