
Bajo una pálida luz
corre, danza y se retuerce
la Vida, impura y gritona.
Tan pronto como a los cielos
La gozosa noche asciende
y todo, hasta el hambre calma,
ocultando la vergüenza
se dice el Poeta: «¡Al fin!
Mis vértebras, como mi alma,
codician dulce reposo;
de fúnebres sueños lleno,
la espalda reclinaré
y rodaré entre tus velos,
¡oh refrescante tiniebla!»
corre, danza y se retuerce
la Vida, impura y gritona.
Tan pronto como a los cielos
La gozosa noche asciende
y todo, hasta el hambre calma,
ocultando la vergüenza
se dice el Poeta: «¡Al fin!
Mis vértebras, como mi alma,
codician dulce reposo;
de fúnebres sueños lleno,
la espalda reclinaré
y rodaré entre tus velos,
¡oh refrescante tiniebla!»