miércoles, 18 de julio de 2012

TRES VECES TONTO, DE JOHN DONNE.


Sé que soy dos veces tonto,
por amar, y por decirlo
en poesía quejumbrosa.
Pero ¿dónde está ese sabio, que no podría ser yo,
si ella no me rehusara?
Así, como las vías interiores, tortuosas,
purgan el agua del mar de la corrosiva sal,
pensé que si alejar conseguía mis pesares
por la inoportuna rima, los aliviaría.
El pesar, cuando al metro se reduce, no puede ser tan agudo
pues, si verso se encadena, se somete.

Mas, cuando eso está hecho, alguien,
por mostrar su arte y su voz,
mi dolor compone y canta,
y, mientras a otros deleita, de nuevo
el dolor libera, que los versos contenían.
Al amor corresponde el tributo del verso, y al dolor,
pero no el de aquel que cuando es leído agrada.
Ambos por estas canciones se incrementan:
pues así son los triunfos de ambos difundidos.
Y yo, que dos veces tonto era, paso así a serlo tres,
pues son los mejores tontos los que un poco sabios son.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre se ha dicho que el amor te vuelve tonto, a mi me encanta estar tonta, consigues un trocito de felicidad.

¡Un abrazo!

BATOOSAHI dijo...

Si, tuenes mucha razón, aunque se nuble nuestros sentidos por ello,,, uno consigue ser feliz...
Un gran abrazo Jessica, que pases un buen fin de semana.