domingo, 19 de octubre de 2014

EL FIN DE LA JORNADA, DE CHARLES BAUDELAIRE.









Bajo una pálida luz
  corre, danza y se retuerce
  la Vida, impura y gritona.
Tan pronto como a los cielos

La gozosa noche asciende
  y todo, hasta el hambre calma,
  ocultando la vergüenza
  se dice el Poeta: «¡Al fin!

Mis vértebras, como mi alma,
  codician dulce reposo;
  de fúnebres sueños lleno,

  la espalda reclinaré
  y rodaré entre tus velos,
¡oh refrescante tiniebla!»

6 comentarios:

sabores compartidos dijo...

Esas tinieblas que a veces nos nublan la vista.
La foto de la luna esta muy chula
un abrazo amigo

sabores compartidos dijo...

Esas tinieblas que a veces nos nublan la vista.
La foto de la luna esta muy chula
un abrazo amigo

LaCuarent dijo...

La oscuridad de la noche es realmente tentadora

Besitos

Unknown dijo...

Tiempo sin entrar en tu espacio Batoosahi, todos tenemos esos lapsos en los que nos perdemos para encontrarnos a nosotros mismos...ya sea dentro de las tinieblas o cerca de la luz...un abrazo grande para ti...Baudelaire, uno de mis preferidos!

Anónimo dijo...

No es justo que recién me entere... pero ya estoy aquí.... y espero que publiques pronto... O+
:)

BATOOSAHI dijo...

Sabores... Las tinieblas se disipan con la luz, es una bella imagen, Saludos amigos.

40añera... Al amparo de la oscuridad se hacen muchas fechorías, buenas y malas. Besos.

Cecy... También he tenido esto un poco abandonado. Besos.

Nicky... Bienvenida a este rincón. Besos.