miércoles, 26 de junio de 2013

UNA HIJA DE EVA, DE CHRISTINA GEORGINA ROSSETTI.


Una ingenua fui por dormirme al mediodía,
y despertar cuando la noche es helada
debajo de la confortable y gélida luna;
ingenua por desgarrar mi rosa con delirio,
ingenua por vislumbrar apenas mis lirios.

Mi pobre jardín no he conservado,
se desvaneció al ser abandonado,
entonces lloré como nunca he llorado:
Era invierno cuando en sueños me envolví,
y es verano cuando ahora despierto.

Habla cuanto quieras de la futura primavera,
sobre algún cálido y dulce mañana:
Desnuda de esperanzas y absolutos,
sin nada para reír, nada para cantar,
me siento a solas con el Dolor.

3 comentarios:

Luján Fraix dijo...

GRACIAS QUERIDO AMIGO POR VENIR AL TÉ DE LOS MARTES, ME SIENTO FELIZ QUE DE ALGUNA MANERA PODAMOS COMPARTIR A LA DISTANCIA ALGO DE LO BELLO DE LA VIDA.
UN BESO BIEN GRANDE CON TODO MI CARIÑO.

sabores compartidos dijo...

Vaya tristeza, ni siquiera la primavera le consuela.
un abrazo amigo, cuidate

BATOOSAHI dijo...

Luján... es siempre un placer tomar el té contigo. Y es un honor tener una amistad a tan larga distancia. Besos.

Sabores... Es algo triste,, pero de la tristeza y el dolor suelen salir muy bellos poemas. Un abrazo.