El amor está sentado en el cráneo
de la Humanidad,
y desde aquel trono, el profano
de risa desvergonzada,
sopla alegremente redondas pompas
que flotan en el aire,
alcanzando los mundos
en el corazón del éter.
El globo frágil y luminoso
toma un gran impulso,
estalla y exhala su alma delicada,
como un sueño de oro.
Y oigo el cráneo rogar y gemir
a cada burbuja:
-Este juego feroz y ridículo,
¿cuándo terminará?
Pues lo que tus labios crueles
esparcen sobre el aire,
monstruo asesino, es mi cerebro,
¡mi sangre y mi carne!
de la Humanidad,
y desde aquel trono, el profano
de risa desvergonzada,
sopla alegremente redondas pompas
que flotan en el aire,
alcanzando los mundos
en el corazón del éter.
El globo frágil y luminoso
toma un gran impulso,
estalla y exhala su alma delicada,
como un sueño de oro.
Y oigo el cráneo rogar y gemir
a cada burbuja:
-Este juego feroz y ridículo,
¿cuándo terminará?
Pues lo que tus labios crueles
esparcen sobre el aire,
monstruo asesino, es mi cerebro,
¡mi sangre y mi carne!
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