domingo, 21 de octubre de 2012

ODA A LA MELANCOLÍA, DE JOHN KEATS.


No, no, no acudas al Leteo, ni exprimas
el jugo venenoso del acónito o de las raíces;
ni permitas que tu pálida frente sea besada
por la dulcamara, la uva Rubí de Proserpina;
no armes tu rosario con las bayas del tejo,
ni permitas que el escarabajo o la mariposa
se conviertan en tu Psiquis luctuosa, o que el búho
de suaves plumas comparta los misterios de tu tristeza,
pues sombra a sombra el sueño se tornará profundo,
y terminará ahogando la vigilante angustia del alma.

Pero cuando la Melancolía descienda súbitamente
desde el cielo, como una nube deshecha en llanto,
sobre las flores de tallos marchitos alentando,
escondiendo la verde colina en un sudario de Abril,
vacía entonces tu pena sobre una rosa matinal,
o en el arco iris de la ola sobre la playa,
o en el resplandor de las multicolores peonías;
o, si tu amada da muestras de femenina ira,
envuelve entre las tuyas su mano deliciosa,
y déjala delirar, sumérgete hondo, muy hondo,
en sus ojos incomparables.

Ella vive con la Belleza (la Belleza condenada a morir),
y con la Alegría, cuya mano siempre se posa sobre sus labios,
dando el último, definitivo adiós;
cerca también del doloroso placer, que la boca
ávida no ha dejado de saborear, aún cuando sea veneno.
Si, en el mismo templo del Deleite
tiene la Melancolía su castillo soberano,
aunque invisible para muchos ojos,
excepto para aquel cuya lengua temeraria es capaz
de exprimir contra su paladar el fruto de la Alegría,
y cuya alma, tras beber la tristeza de su poderío,
será colgada entre sus vastos trofeos sombríos.

2 comentarios:

sabores compartidos dijo...

Pues no seré yo quien alimente la melancolia con las bayas del tejo, ejem, ejjejej
Bueno estamos entrando en tiempo de melancolia con el otoño pero a veces un poquito de ella n está mal.
un abrazo amigo

BATOOSAHI dijo...

Mejor no jugar con el tejo...
Todos hemos tenido nuestros momentos melancólicos,, y como dices en ocasiones nos hace mucho bien...
Un gran abrazo sabores.