Así, así es la Muerte: ningún triunfo: ninguna derrota:
Sólo un cubo vacío, una limpia pizarra rota,
Una distancia misericordiosa de lo que ha sido.
Y esto sabemos: La muerte no es la Vida,
Estrellado, el cubo se vacía. Y nosotros, que hemos alcanzado
Cosas maravillosas, sabemos que el final no ha llegado.
Vencedor y vencido son uno en la muerte:
Amigo y enemigo, cobarde y valiente.
Los fantasmas no dicen, "¿Qué recuerdas de tu atarceder?"
Pero un desacorde se oculta en cada ayer,
Tan famélico, tan prolijamente incompleto.
Y su Promesa brillante, marchita y apresurada,
Se roza, se mueve, se eleva, crece dulcificada.
Esas flores son como tú cuando estés muerto.
Sólo un cubo vacío, una limpia pizarra rota,
Una distancia misericordiosa de lo que ha sido.
Y esto sabemos: La muerte no es la Vida,
Estrellado, el cubo se vacía. Y nosotros, que hemos alcanzado
Cosas maravillosas, sabemos que el final no ha llegado.
Vencedor y vencido son uno en la muerte:
Amigo y enemigo, cobarde y valiente.
Los fantasmas no dicen, "¿Qué recuerdas de tu atarceder?"
Pero un desacorde se oculta en cada ayer,
Tan famélico, tan prolijamente incompleto.
Y su Promesa brillante, marchita y apresurada,
Se roza, se mueve, se eleva, crece dulcificada.
Esas flores son como tú cuando estés muerto.
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