Yo no cambiaría tus ojos fríos,
Ni alteraría la calma fuente del discurso
Con un arrebato de pasión o sorpresa.
Inalcanzable me resulta tu corazón:
E inalterables tus ojos fríos.
Yo no cambiaría tu mirada fría;
Ni tu sonrisa ni tus lágrimas poseería;
Aunque toda mi vida calle y muera,
El deseo sigue ahí, deseando sueños,
Y tus ojos fríos permanecen allí.
Yo no cambiaría tus ojos fríos;
No los cambiaría incluso si pudiese,
A quien mis rezos ascienden en el incienso,
¡Hija de sueños! ¡Mi luna nocturna!
Nunca borraría tus ojos fríos.
Yo no cambiaría tus ojos fríos,
Con tribulaciones del corazón humano:
Dentro de ellos mi espíritu yace,
Una cosa helada, sola, aislada;
Que jamás me atrevería a cambiar.
Ni alteraría la calma fuente del discurso
Con un arrebato de pasión o sorpresa.
Inalcanzable me resulta tu corazón:
E inalterables tus ojos fríos.
Yo no cambiaría tu mirada fría;
Ni tu sonrisa ni tus lágrimas poseería;
Aunque toda mi vida calle y muera,
El deseo sigue ahí, deseando sueños,
Y tus ojos fríos permanecen allí.
Yo no cambiaría tus ojos fríos;
No los cambiaría incluso si pudiese,
A quien mis rezos ascienden en el incienso,
¡Hija de sueños! ¡Mi luna nocturna!
Nunca borraría tus ojos fríos.
Yo no cambiaría tus ojos fríos,
Con tribulaciones del corazón humano:
Dentro de ellos mi espíritu yace,
Una cosa helada, sola, aislada;
Que jamás me atrevería a cambiar.
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