¡El Amor no! ¡Escuchen, desgraciados hijos del barro!
La corona alegre de la esperanza se teje con flores terrenales,
cosas que se hacen para decaer y desaparecer,
aunque hayan florecido por unas breves horas.
El Amor no.
¡El Amor no! Aquello que amas bien puede cambiar:
los rosados labios pueden dejar de regalarte sonrisas,
el deseo de sus ojos puede convertirse en una mirada fría,
el corazón aún palpita, sin ser verdadero.
El Amor no.
¡El Amor no! Aquello que amas bien puede morir,
tal vez se desvanezca en la tierra de la felicidad,
en las estrellas silenciosas, el azul y sonriente cielo
brilla sobre su tumba, como sobre su nacimiento.
Sobre el Amor no.
¡El Amor no! Una vanidosa advertencia pronunció
que en estas horas, como en los años que han pasado,
el enamorado dibuja un halo sobre el rostro amado,
impecable, inmortal, hasta que cambie o muera.
El Amor no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario