Mi corazón es angustia, y lágrimas caen de mis ojos;
hace largo, largo tiempo que la alegría me es extraña:
olvidado y sin amigos soporto mil montañas,
sin una voz dulce que suene en mis oídos.
Amarte es mi placer, y profundo lastima tu encanto;
amarte es mi desdicha, y esta pena lo ha demostrado;
pero el corazón herido que ahora sangra en mi pecho
se siente como un flujo incansable que pronto será deshecho.
Oh, si yo fuese -si acariciar la felicidad yo pudiese-
abajo en el arroyo joven, en el cansado castillo verde;
pues allí deambula entre melodías permanentes
aquella lágrima seca de tus ojos.
2 comentarios:
A veces, la alegría se va después de haber sufrido mucho; cuando el amor es desdicha mejor es ir a buscar otros senderos... las heridas sanan con el tiempo.
Besos
En algun nuevo sendero es posible encontar esa alegría,,, que nos hagan sanar esas heridas más rápidamente!!!!
Un beso.
Publicar un comentario