Pienso en ti, cuando los rayos dorados
del sol brillan sobre el mar;
y cuando las olas reflejan los pálidos
ecos de la luna, pienso en ti.
Veo tu forma, cuando en la distante mañana
se elevan suaves nubes de polvo;
en la noche profunda, sobre las rutas de la montaña,
yo veo tus ojos.
Te escucho, cuando las mareas del océano retornan
y se regocijan en sonoros bramidos;
en el páramo solitario, en la quietud anhelo,
y escucho tu voz.
Me detengo contigo, aunque tú eres lejanía
tu sombra habita cerca.
Crepúsculo, la noche abre su puerta,
amada, te necesito, siempre, eterna.
4 comentarios:
Un precioso poema, siempre me alegro de pasar por aquí, porque siempre se me queda un dulce sabor de boca y se me abren los sentidos a la belleza que se puede encontrar, simplemente, con tocar una tecla y llegar aquí. Un abrazo y feliz finde!!
Muchas gracias Gemma por tu comentario.
Siempre es un placer verte por este Rincón.
Besos.
Que bella poesía...Alimento para nuestra alma...Gracias pr tener tan buen gusto...Besos!
Gracias a tí por tu visita y por disfrutar de estos poemas que tanto me gustan.
Besos Maharet.
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